Hasta ahora, era tan sólo un proyecto del Ejército estadounidense y no esperábamos ver algo semejante hasta dentro de cinco años, pero Sony se ha adelantado. La compañía tecnológica ha presentado su primera pantalla flexible, compuesta por circuitos orgánicos, que puede enrrollarse alrededor de un lápiz. Mide 4.1 pulgadas y es más fina que un pelo humano. La firma pretende utilizarla para crear teléfonos móviles más livianos y durables.
A principios de 2009 tuvimos la primera noticia sobre una pantalla táctil flexible. Iba a ser de uso exclusivo para el ejército de Estados Unidos, pero Sony ha tomado la iniciativa para llevar esta idea al mercado masivo y ha presentado su primera pantalla flexible (no táctil).
Esta OLED de 4.1 pulgadas, mide 80µm (micrómetros), en comparación con un pelo humano que llega a medir 100µm de grosor. De esta manera, es muy flexible y puede enrollarse alrededor de un lapiz. Sorprendentemente, la pantalla de Sony se ve muy bien, aún cuando esta siendo doblada hacia cualquiera de los lados, se sigue viendo igual de bien y fluido.
El secreto de esta pantalla se encuentra en su fabricación. Sony mezcló el OLED con transistores orgánicos, también conocidos como OTFT. Estos transistores poseen aisladores suaves y orgánicos que permiten que sean doblados y estirados sin tener ningún impacto sobre la imagen que se está reproduciendo. Esta es la primera pantalla que puede hacer esto, ya que ni siquiera la pantalla táctil militar podía mostrar imágenes tan complejas, sin mencionar que era blanco y negro.
A la hora de hablar de precios de producción, también puede tratarse de una pantalla económica, ya que los componentes pueden disolverse en solventes comunes para ser impresos en vez de armados. De esta manera podría usarse como papel electrónico en el periódico del mañana o en revistas. Por el momento Sony piensa mejorar el rendimiento y fidelidad de este tipo de pantallas orgánicas para poder usarlas en teléfonos móviles más livianos y duraderos, pero seguramente encontrará muchos más usos.